Las dos formas de entender las fobias: el pragmatismo de William James y el Psicoanálisis


Las dos formas de entender las fobias: el pragmatismo de William James y el Psicoanálisis


Introducción 

Todos hemos sentido miedo alguna vez. Es muy normal, pero, ¿qué pasa cuando ese miedo es tan fuerte que nos paraliza? Eso es una fobia. Cuando hablamos de fobia, nos referimos a un miedo exagerado, un miedo frente a algo que habitualmente no nos provocaría ningún temor. Pueden llegar a causar ataques de pánico que el paciente no puede controlar. Los síntomas principales son una aceleración del latido cardíaco, respiración anormal e, incluso, temblores y escalofríos. Es decir, una ansiedad generalizada.

En este ensayo, voy a adentrarme en el mundo de las fobias, comparando dos explicaciones muy distintas sobre qué son y por qué surgen. Por un lado, tenemos la visión práctica de William James, un psicólogo pragmático, y, por otro lado, la teoría psicoanalítica.

La tesis principal que voy a defender es que, aunque ambos están de acuerdo en que las fobias son algo serio, no se ponen de acuerdo en su significado. Para James, una fobia es un sistema de alarma que se ha estropeado y salta cuando no debería. Para el psicoanálisis, en cambio, una fobia es un mensaje cifrado de nuestra mente, que nos avisa de un conflicto interno que no queremos ver. 


¿De dónde vienen las fobias? ¿Es un instinto o un mensaje del inconsciente?

La primera diferencia está en el origen. William James creía que nuestras emociones, incluido el miedo, vienen de nuestros instintos. Piensa en nuestros antepasados: tener miedo a las alturas o a las serpientes era útil para no morir. James dice que una fobia es, entonces, un mecanismo de supervivencia. Es como si una alarma antiincendios se activara no solo con el fuego, sino también con el vapor de una ducha. 

El psicoanálisis, sin embargo, no mira a nuestros antepasados, sino a nuestra propia historia personal y a nuestro inconsciente (esa parte de la mente donde guardamos recuerdos y deseos que nos resultan difíciles de aceptar). Para Freud, la fobia no es un instinto, sino un síntoma. Es la manera que tiene nuestra mente de expresar un conflicto interno que es tan perturbador, que lo escondemos incluso de nosotros mismos. El caso más famoso es el de un niño llamado "Pequeño Hans", que tenía miedo a los caballos. Freud no creía que el miedo fuese realmente al animal, sino que el caballo era un símbolo que representaba el miedo que el niño sentía hacia su propio padre, por los sentimientos contradictorios que no sabía cómo controlar. Para el psicoanálisis, pues, el origen no está en un instinto, sino en una pelea interna que se libra en nuestra mente en forma de sombra.


¿Para qué sirve una fobia? ¿Tiene una solución?

Si el origen es diferente entre ambas visiones psicológicas, la función también lo es. Para el enfoque práctico de James, la función del miedo es clara: mantenernos a salvo. La fobia, en cambio, es ese mismo mecanismo útil convertido en inútil y dañino. Es como un botón de pánico que se aprieta solo constantemente, molestando y limitando a la persona, sin protegerla de ningún peligro real. 

Por el contrario, el psicoanálisis ve la fobia de una manera más complicada e incluso compasiva: un intento torpe de la mente de solucionar un problema. Imaginemos un dolor emocional tan grande que se hace insoportable. El aparato psíquico, para aliviar parte de ese sufrimiento excesivo, lo proyecta hacia un objeto o ser externo: una araña, un espacio cerrado... Así, en lugar de experimentar una angustia abrumadora incomprensible para el sujeto, aparece un miedo nombrable y evitable. En síntesis, es una estrategia de defensa ante un conflicto reprimido en lo inconsciente. 


¿El miedo es literal o es un símbolo?

Otra diferencia clave está en lo que significa la cosa que nos da miedo. Para James, una fobia, por ejemplo, a los ascensores, se debe a que el cuerpo reacciona de tal modo como si ese objeto fuera una amenaza real y directa. El ascensor es el problema. La reacción es literal, como un reflejo.

El psicoanálisis lo ve justo al revés. Para esta teoría, el objeto de la fobia casi nunca es literal, sino un símbolo. El ascensor no es un ascensor; puede simbolizar, por ejemplo, la sensación de estar atrapado en la vida real, o el miedo a perder el control. La fobia es un mensaje oculto que hay que descifrar. El trabajo del psicoanalista sería ayudar a la persona a entender qué representa realmente su miedo porque, una vez se entiende el mensaje, el síntoma (la fobia) pierde su razón de ser.


¿Cómo se supera una fobia?

Si la definición y enfoque son distintos, también lo será el tratamiento psicoterapéutico. La visión de James lleva de manera natural a las terapias conductuales. La solución es, básicamente, "volver a aprender". Si la fobia es un mal hábito del sistema nervioso, la manera de arreglarlo es enfrentarse a lo que causa pavor poco a poco y, con seguridad, aquello que da miedo, se extinguirá, pasando a ser insignificante. Es, pues, un mecanismo adaptativo de eliminación de un malestar.

El psicoanálisis propone un camino totalmente diferente: el autoconocimiento. Si la fobia es un mensaje, la cura no está en ignorar el mensaje, sino en entenderlo. La terapia consistiría en explorar la historia personal, los sueños y los pensamientos del paciente para ayudarle a tomar conciencia del conflicto interno que la fobia expresa. Al entender el origen de su angustia, la fobia deja de ser necesaria. La persona no "se familiariza" con el miedo, lo supera porque lo comprende y lo integra en su vida. 


Conclusión

Después de repasar estos argumentos, queda claro que William James y el psicoanálisis nos ofrecen dos formas muy distintas para conocer y lidiar con las fobias.

James nos da una explicación más concreta y biológica. La fobia es un instinto de supervivencia que se ha descarrilado. Es una alarma descompuesta. Su visión es práctica y se centra en el "cómo", en el mecanismo que se ha estropeado. Freud y el psicoanálisis, en cambio, nos ofrecen una explicación más simbólica y personal: la fobia es un grito de ayuda del inconsciente, un síntoma de una herida emocional. Su visión es interpretativa y se centra en el "porqué", es decir, en el significado escondido de ese miedo.

Tal vez los dos, a su manera, tienen razón. Pensar en la fobia como un fallo técnico es útil para diseñar terapias rápidas y efectivas para controlar el síntoma. Pero pensar en ella como un mensaje es crucial para ayudar a la persona a sanar las heridas que originaron ese miedo en primer lugar. Al final, entender las fobias con estas dos lentes nos enseña que no podemos separar completamente nuestro cuerpo de nuestras emociones, ni nuestro presente de nuestra historia. La fobia nos recuerda que lo que sucede en la superficie (el miedo a un ascensor) a menudo es la punta de un iceberg mucho más profundo, y que para liberarnos del todo, a veces no basta con apagar la alarma, sino que también hay que escuchar lo que intenta decirnos.



Wiam El Yahyaoui Soussane 

2° Bachillerato B


 


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Webgrafia:

https://www.magdalenasalamanca.com/las-fobias/  

https://www.centroeleia.edu.mx/blog/el-tratamiento-de-las-fobias-en-el-psicoanalisis/ 

https://auladefilosofia.net/2009/02/22/el-caso-del-pequeno-hans/ 

https://iep.utm.edu/james-o/ 

https://ineurociencias.org/william-james-neuroscience/ 

https://www.psiconetwork.com/william-james-aportes-a-la-psicologia/ 

https://sk.sagepub.com/ency/edvol/sociology-of-education/chpt/functionalist-theory-education#_=_

https://www.redalyc.org/journal/868/86845316008/html/

https://www.psiconetwork.com/el-funcionalismo-y-su-impacto-en-la-psicologia-moderna/

https://tirant.com/noticias-tirant/noticia-william-james-el-padre-de-la-psicologia-funcionalista/

https://www.institucionulloa.com.ar/la-fobia-que-angustia-elabora/ 


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