¿Quién define mejor al ser humano?
Concepción antropológica
¿Quién define mejor al ser humano?
Para empezar, en este ensayo vamos a debatir la concepción antropológica que han hecho dos psicólogos de diferentes raíces. El primero de ellos es Watson, un psicólogo conductista, y el otro, Sigmund Freud, un psicoanalista.
Por un lado, tenemos a Watson con su teoría conductista, dando a entender que el ser humano es como una caja negra, es decir, no se ve el interior, sino que da respuestas a estímulos externos. No da importancia a las sensaciones internas que pueda tener el ser humano, solo se fijará en lo que pueda observar.
Por otro lado, tenemos a Sigmund Freud, que teoriza que el ser humano es un iceberg, está dividido internamente en tres partes. Primero, tenemos la consciencia que marca al “yo” y es la parte que nos hace reconocer nuestra imagen corporal y nos hace creer que todo depende de nosotros.
También tenemos el inconsciente, que es la parte donde se encuentra el “superyó”, encarnación de la voz de la culpa y deseos reprimidos que fueron prohibiciones transmitidas en su momento por la familia y la educación. Debido a eso, puede vincularse con la pulsión de muerte, la cual está asociada al ello que es una de las partes inconscientes del sujeto. Esta pulsión no se refiere tan solo a los impulsos psíquicos que buscan exteriorizarse, sino a repetir aquello que, aunque dañan al sujeto, se siguen realizando por satisfacción.
Finalmente, tenemos el “ello”, el cual es donde se encuentran todas las satisfacciones humanas que, por mucho que algunas nos puedan dañar, las seguimos repitiendo. Por eso, luego se manifiestan en el superyó como sentimiento de culpa y angustia. Además, es donde se encuentra la sexualidad humana y esta no está marcada por el instinto, sino que viene conectada por el impacto del lenguaje y la cultura. Esto provoca que podamos sentir placer con cualquier objeto, ya sea humano, animal o inanimado, demostrando que los humanos no tienen una sexualidad normal.
Personalmente, nosotras defendemos la idea de Sigmund Freud, ya que se centra más en todas las sensaciones internas que el ser humano puede llegar a tener y da a entender que en el aparato psíquico hay diferentes causas por las que estas sensaciones están presentes. Por el contrario, Watson tan solo observa las reacciones externas a ciertas situaciones, dejando de lado el cómo pueden llegar a afectar estas al ser humano.
Además, a Watson no le interesan los fenómenos como sueños, preocupaciones, angustias y contradicciones internas porque él cree que, con una serie de entrenamientos para mejorar la conducta, se mejoran y simplemente desaparecen. Debido a ese pensamiento, lo único que hizo fue generar una fobia a un niño pequeño llamado Albert, el niño de su experimento con la rata.
Así pues, en el caso de Freud, afirma que en la conducta solo es visible la punta que se ve de un iceberg, pero que esta no solo se trata de lo que se ve, sino que hay que centrarse también en la parte que no se ve. De este modo, cada acción de esta conducta es consecuencia de aquellos deseos, miedos y conflictos previos. Su teoría no se queda tan solo con lo visible, sino que ve la complejidad que hay detrás.
Al mismo tiempo, Freud fue el primer psicoanalista que decidió relacionar el psiquismo con el cuerpo porque, antes de él, solo se estudiaban cuerpos muertos y Freud partió de las reacciones de un cuerpo vivo. Gracias a eso entendió que la mente no funciona solo de manera consciente, sino que también hay procesos inconscientes que se muestran en el cuerpo y que muchos de ellos tienen relación con la sexualidad. Para dar respuesta a estos fenómenos, creó el concepto de pulsión que se entiende como una fuerza interna que empuja a la persona a hacer algo para reducir una necesidad o tensión. Es como un impulso que viene del cuerpo pero que se expresa en la mente. Muchas de estas pulsiones tienen que ver con la sexualidad en un sentido como: búsqueda de placer, afecto, contacto, etc.
En definitiva, compartimos la visión de Freud, ya que tenemos claro que el ser humano no solo consta de lo que podamos observar y es visible para los demás. No estamos vacíos internamente, como todo ser vivo. Estamos formados por dinámicas complejas que configuran nuestra mente. Podemos exteriorizar emociones y conductas, ya sean positivas o negativas a través de aquellos estímulos que causan que respondamos de una manera u otra, pero, verdaderamente, un problema en nuestro sistema nervioso puede afectar a la mente, y las emociones y pensamientos de esta afectan simultáneamente al cuerpo a través del sistema nervioso.
Bibliografía
Caro, P. A. G. (2021, octubre 23). Freud y el concepto de personalidad: Ello, Yo y Superyó. NeuroClass. https://neuro-class.com/freud-y-su-teoria-de-la-personalidad/
(S/f). Google.com. Recuperado el 28 de noviembre de 2025, de https://docs.google.com/document/d/1DVt_4otVb5Ew2zxmVwPy0pIU2mZpZ7JxYFsXkFUdbN8/edit?tab=t.0
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